El Wudu o la Ablución (en árabe: الوضوء, romanizado: Al- WUDÛ) es un rito islámico que consiste en lavar el rostro, los brazos y las manos, así como ungir la parte superior de la cabeza y los empeines de los pies, en la forma que se ha explicado en las fuentes islámicas. El Wudu es un acto recomendable en varias circunstancias, pero se convierte en obligatorio para realizar algunos actos religiosos, como el rezo y el Tawaf de la Kaaba.[1]
Según las leyes prácticas del Islam, en algunas circunstancias hay que realizar el Gusl o el Tayammum en lugar del Wudu. Hay tres maneras para realizar el Wudu: el Wudu por etapas, el Wudu por inmersión (Irtimasi) y el Wudu sobre el vendaje (Yabirah).[2]
El Corán explica en forma general la manera de realizar el Wudu, y sus detalles se han presentado en los Hadices islámicos. Los estudiosos de la ética islámica y los imames de los chiitas han hecho hincapié en la importancia de efectuar el Wudu en cualquier momento del día y la noche. Los musulmanes creen que con estas abluciones se purifican el cuerpo y el alma. Los persas preislámicos tan solo mojaban la mano y la pasaban tres veces por la cabeza y los pies.[3]