En los deportes, los yips son una pérdida repentina e inexplicable de habilidades en atletas experimentados. Los síntomas de los yips son la pérdida de habilidades motoras finas y problemas psicológicos que afectan la memoria muscular y la toma de decisiones de los atletas, dejándolos incapaces de realizar las habilidades básicas de su deporte.
Los tratamientos comunes incluyen la terapia clínica de psicología del deporte, así como la reorientación de la atención sobre la biomecánica subyacente de sus acciones físicas. El impacto varía ampliamente. Un evento de yips puede durar poco tiempo antes de que el atleta recupere la compostura o puede requerir ajustes de técnica a más largo plazo antes de que se produzca la recuperación. Los peores casos son aquellos en los que el deportista no se recupera en absoluto, lo que obliga al jugador a abandonar el deporte al más alto nivel.
Originalmente acuñado por el golfista Tommy Armour para describir una pérdida repentina e inexplicable de la capacidad de hacer putt correctamente, el término se amplió más tarde para aplicarlo a cualquier pérdida inexplicable de habilidad y se ha aplicado a atletas en una amplia variedad de deportes.